miércoles, 5 de enero de 2011

Alkurrutz (Parte II) Hasta la cumbre

Estamos un poco desorientados, y antes de tomar el camino correcto damos un par de vueltas por el pueblo conociendolo en toda su extensión. Al final cruzamos el puente por el que marcha el Camino de Santiago y nos desviamos a la derecha siguiendo unas marcas verdes y blancas. El camino es ancho y no tiene pérdida, así que disfrutamos del aire fresco y marchamos a gran velocidad, contentos de estar ya fuera del coche.

En menos de una hora ya hemos llegado a un collado en el que nuestro objetivo se encuentra enfrente nuestra y una pista corta el camino que hemos seguido hasta el momento. Urdax ya queda lejos, el pico cada vez más cerca y nosotros cada vez nos sentimos más eufóricos. Echamos unas cuantas fotos y seguimos adelante con paso ligero y ganas de tocar ya nieve. Eso sí, no podemos negar la hora que es, nuestros cuerpos llevan rato exprimiendo el desayuno de Zubiri y al llegar a la Gaztelu Borda (lamentablemente en ruinas) decidimos que es momento de almorzar. Chorizo, chips y mandarinas con la imagen de varios caballos (pottokas, poyokas...) paciendo tranquilamente en el monte delante nuestra. Seguimos adelante.

Al poco de la borda encontramos un problema más que añadir a la lista. Estamos en un carrefour, un cruce de camimos en el que nos señala que los únicos buenos que hay son el que nos ha llevado hasta ahí y el que gira a la izquierda, dirección totalmente opuesta al pico que buscamos ascender. El que sigue recto y el de la derecha (el que, suponemos, nos lleva derechos hacia donde queremos) aparecen claramente señalados con la X que marca el camino equivocado a los montañeros. Está equivocado, sí, pero hay camino, así que tiramos por el de la derecha, sorteando la pequeña valla para ganado que se planteaba como único obstaculo. El camino que seguimos atraviesa una zona quemada del bosque, con sus correspondientes retoños de árbol sembrados y protegidos por un trozo de tubo verde brillante que le da un siniestro aspecto. Pasamos rápido.

Llegamos por fin a una pista gruesa, con espacio para el paso de coches, que conforme vamos avanzando nos lleva al pico en cuestión, mostrandonoslo cerca y desafiante. La nieve ya es abundante por todos los sitios, nuestro ánimo vuelve a subir. Seguimos adelante y tras sortear un grupito de vacas de mirada aviesa nos damos cuenta, para nuestro horror, que hay una carretera y un parking justo al lado del monte que queremos ascender. El viento pega muy fuerte y de costado, dificultando nuestro paso por la carretera. Cuando llegamos abajo leemos un cartel con un nombre: "Alkurruntz". Ese es el nombre. Avanzamos por el camino que nos señala pero pronto vemos que es demasiado horizontal, y cuando creemos que estamos justo debajo de la cima, nos salimos del camino y comenzamos el ascenso vertical por una cuesta de 45º y en ocasiones mas.

David, el experto en invernales, va abriendo camino y dejandonos huella por ese bosque nevado. Cuando acaban los árboles, la nieve es mucho más abundante y el viento más fuerte, los sustos de caer hasta la cintura hundidos en la nieve se repiten. Tras un par de paradas técnicas, estamos en las rocas que coronan la cima. Con mucho cuidado de no dejarnos derribar por el viento, llegamos a la cima, donde vemos el mar y muchísimos montes en el horizonte. El fuerte viento hace que la única manera de aguantar es atrincherarse detras de los restos de un antiguo vértice geodesico. El viento hace de las suyas y apunto está de derribar a alguno por el barranco. Por suerte no pasó nada, y tras la foto de rigor con el buzón, marchamos hacia abajo escapando de unas negras nubes que se nos acercan.

La bajada, para especialistas, con toboganes de nieve y roca. El camino de vuelta desde el parking hacia Urdax deberia ser el mismo que el de ida, pero una vez más nos perdemos y seguimos un camino alternativo. A las 17.00 estamos en Urdax, cansados pero contentos. Reto conseguido!