El día amaneció complicado, la Comarca de Pamplona estaba nevada y la mitad de Navarra también. Vestidos con nuestras mejores galas para la ocasión, desayunamos, como no, en la cafetería Arrasate. Tras un largo debate, decidimos no alejarnos mucho de Iruña y nos pusimos rumbo a Irurzun, a subir la Trinidad.
La ascensión se hizo más larga y exigente debido a la nieve, pero gracias a ella disfrutamos de un paisaje precioso, una subida blanca, otra forma de mirar a la Trinidad.

Para llegar a la cima, nos vimos hundidos en la nieve, ¡ aquello parecía al filo de lo imposible!
Una vez en la ermita, nos deleitamos con un manjar nunca visto en las excursiones del Mendi Taldea, huevos rellenos. Además, para no perder las buenas costumbres, bebimos un sucedáneo de tang altamente recomendable.
Durante la bajada, asistimos a los frecuentes cambios de humor del querido David. Me sentí como en la típica película americana, ¡perseguidos por un psico-killer!
La aventura terminó como dios manda, cervezas y partida de mus, o más bien de encaje.
Bonito y épico día!!!!
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